El pasado inspira a Heilig. Materiales artesanales, materias selectas, detalles sutiles, pátina antigua, texturas exquisitas. Huellas del tiempo, conservadas como reliquias en una materialidad marcada por la historia y el uso. La presencia de la sustancia histórica hace que Heilig considere solo lo imprescindible. Nada se oculta. Heilig vivifica, aprecia y celebra. Mantiene a propósito una originalidad que conmueve y un esplendor imperfecto. Despierta el deseo de poseer algo verdaderamente único.
Poco convencional, atrevido y con alma, Daniel Heilig combina texturas y estructuras opuestas. Crea una línea muy fina entre lo histórico y lo intemporal. Orgánico y perfecto. Elegante y rudo. Espontáneo y reservado. La sencillez y la complejidad se funden en la belleza verdadera. La sostenibilidad no es un concepto de diseño, sino la clara consecuencia de unos materiales limitados, metamórficos y de procesos creativos.